domingo, 4 de diciembre de 2016

La ciudad de las tres luces

Y allí llegaba yo, en mi navío, tras meses de duras luchas en el mar por fin me encontraba frente a las imponentes y famosas estructuras que decoraban la ciudad de Kamen. Capital de la única república humana del continente de Brujerb y cuna de la sabiduría humana del Este. 

Pero, no eran los edificios lujosamente decorados lo que me asombró más, fueron esos tres colosales faros que daban la bienvenida a cualquier visitante que se acercase; cada uno de época distinta y con distintas historias que se mezclan con los mitos.
El Gran Faro, o así era llamado en tiempos de reinado. Según se cuenta fue construido por el Rey Maquiavelo II, quien pese a su nombre trajo gran prosperidad a la ciudad; incluso podría decirse que fue quien comenzó a habilitar el libre mercado. Trayendo con ello grandes riquezas para su pueblo.



Este faro llega hasta las mismísimas nubes, recubierto de roca marmórea nos señala cuan cerca estamos del cielo; pero cuan lejos del paraíso. En su cima se encuentra la gran llama que alumbra continuamente la ciudad y es símbolo de poder.

Otra de estas luces es el Gran Coloso, construido por los silvanos cuando su hegemonía imperial estaba en auge. De piel  broncínea, ilumina a todas horas el mar y la ciudad con los rayos de luz que se reflejan en la escultura. Este carga con una gran bola de fuego a sus espaldas, representando a la ciudad por su duro trabajo. Para que nunca falte nada, para que siempre arda con tanta intensidad y fiereza como lo hace este coloso.

Por último y no la menos importante está el Faro del Pueblo, o así llaman a esta estructura de grandes proporciones para su época. Mucho antes de la colonización silvana, quizá de hace miles y miles de años. No se sabe con exactitud, lo que si se sabe es que siempre estuvo ahí y siempre estará. Pues para la ciudad representa la perdurabilidad de sus almas y su legado, que como la llama del faro, nunca ha de extinguirse.

Es por todo esto que la ciudad es llamada: La ciudad de las tres luces o La ciudad que nunca se pone el sol. Pues estos tres grandes monumentos siempre están encendidos y alumbran la ciudad y el mar incluso en las noches y días más oscuros.

Diario del comerciante, Alberto de Sotomonte y de las Rosas.

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