Niños venid, venid, pues tengo algo que contaros, espero que estéis muy atentos a lo que os voy a narrar. Pues esto quizá os salve del dramático final que aconteció a estas pobres almas por su glotonería; que el gran Purgorio Sextiano los tenga en su casa.
Hace mucho tiempo, en una ciudad que de nombre no recuerdo, vivía la vieja Baba. Esta era conocida en toda la ciudad por poseer una gran pastelería en el centro de la ciudad: "Pastelería Baba", era como llamaban a esta tienda de dulces.
La vieja Baba hacía todos los días unos ricos pasteles rellenos de carne asada para todo el mundo, bueno, para quien pudiese pagarlos. Aunque no es que fueran especialmente caros, hasta un niño podría comprarlas... ¿Y por qué lo hacía así? Esto niños, tiene explicación... Pero para saberlo, vuestros padres deberían ser más generosos jejeje...
Cuentos de juglares, anónimo.
Hace mucho tiempo, en una ciudad que de nombre no recuerdo, vivía la vieja Baba. Esta era conocida en toda la ciudad por poseer una gran pastelería en el centro de la ciudad: "Pastelería Baba", era como llamaban a esta tienda de dulces.
La vieja Baba hacía todos los días unos ricos pasteles rellenos de carne asada para todo el mundo, bueno, para quien pudiese pagarlos. Aunque no es que fueran especialmente caros, hasta un niño podría comprarlas... ¿Y por qué lo hacía así? Esto niños, tiene explicación... Pero para saberlo, vuestros padres deberían ser más generosos jejeje...
Cuentos de juglares, anónimo.
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